Sudáfrica 2010
Joseph Blatter seguía empeñado en llevar el fútbol a todos los rincones del planeta. Una de sus grandes aspiraciones era organizar un mundial en el continente africano. En el 2010 vio su sueño cumplido con la designación de Sudáfrica. Pronto surgieron los agoreros que pronosticaban un sinfín de problemas, una inseguridad extrema y una organización caótica. Nada de eso. El evento resultó un éxito y exceptuando algunos problemas menores, Sudáfrica pasó el examen con nota. En lo futbolístico, el mundial de Sudáfrica mejoró ligeramente a sus predecesores. Tuvo casi todo lo que un buen torneo debe tener: grandes selecciones, grandes jugadores, partidos intensos, buenos goles, polémica y un final inquietante. España, flamante campeona de Europa con un juego estratosférico, se había ganado a pulso la condición de máxima favorita. Esta vez no había dudas. Los hispanos llegaban a Sudáfrica con un plantel que daba miedo. Casillas, Piqué, Puyol, Xabi Alonso, Xavi Hernández, Silva, Iniesta, ...